sábado, 20 de noviembre de 2010

La píldora masculina, responsabilidad compartida

Es probable la llegada del método anticonceptivo para hombres. Andrés Ortín Boetti
Los métodos anticonceptivos son de un tiempo a esta parte la gran temática de la sexualidad. La planificación familiar, los embarazos indeseados, la polémica ley del aborto y las enfermedades de transmisión sexual provocan que el objetivo de mantener relaciones sexuales que a la vez sean sanas, placenteras y seguras sea una prioridad para las personas implicadas. No hay duda de que el preservativo es uno de los protagonistas pero hay otros métodos anticonceptivos igual de efectivos y con diferentes características que se deberían valorar con la pareja para decidir por cual se opta.
Con este panorama actual recientes investigaciones están a punto de concluir en la puesta a punto de la píldora anticonceptiva masculina. Las Universidades de Edimburgo, Escocia y de Bar-Ilán, Israel han realizado diferentes investigaciones con distintas píldoras que en principio serían mejor que la femenina al tener menos efectos secundarios y conseguir igualmente un cien por cien de eficiencia. A pesar de los desarrollos distintos está claro que el objetivo es el mismo. El método israelí se basa en la anulación de una proteína necesaria para la fecundación del óvulo mientras que el fármaco desarrollado en Escocia está compuesto a base de testosterona impidiendo así la formación de espermatozoides.
La investigación llevada a cabo en Edimburgo se encuentra en una fase bastante avanzada ya que tras ser probada en ratones, ha superado también la fase de pruebas en humanos y los resultados son muy satisfactorios y concluyentes. La píldora que provoca una esterilidad reversible sería de administración diaria y provoca un drástico descenso en la concentración de espermatozoides, hasta bajar la cifra a 20 millones por mililitro que sería el umbral mínimo de fertilidad. Esta concentración necesaria para lograr la gran mayoría de embarazos se podría recuperar al completo y sin ninguna secuela para el consumidor en un periodo de cuatro meses a un año en los casos especialmente raros. A pesar de encontrarse todavía en fases de prueba, los investigadores están muy esperanzados y opinan que en menos de cinco años podría estar en el mercado este nuevo método anticonceptivo que liberase en parte a la mujer y dotase al hombre de algo más de responsabilidad a la hora de la planificación familiar.
Los resultados finales de estas investigaciones serán presentados en la conferencia mundial de Ginecología y Obstetricia además de publicarse en la revista European Society of Human Reproduction and Embriology, por lo que habrá que estar atentos a las conclusiones finales y su comercialización.

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